Lo más importante para bucear: el aire

Lo más importante para bucear: el aire


Bucear es una experiencia increíble que requiere equipo, dedicación y pasión. Sin embargo, todo esto no sirve de nada si no contemplamos uno de nuestros bienes más preciados a la hora de sumergirnos: el aire.

Existen muchas anécdotas de buzos experimentados, pero también de novatos, en las que el aire comienza a hacer falta a alguno de los que se sumergió, ¿qué sucede en esos casos? Tan simple como que se tiene que terminar el paseo para uno o varios de los acompañantes, después de todo, el buceo se practica entre varios y es en esos momentos cuando la solidaridad debe hacerse presente.

Entender el aire, sus medidas y su función es vital para cualquier buzo.

El aire disponible en nuestro tanque depende de dos factores: la cantidad de litros y la presión a la que se encuentran estos litros. Además se debe considerar la inmersión, el tiempo bajo el agua y el tiempo de ascenso.

Además, a esto se le debe considerar el aire consumido durante las paradas de descompresión. Una de las principales herramientas que los buzos experimentados implementan instintivamente es la regla de los tres tercios, con ella debe quedar una tercera parte del tanque al terminar la inmersión más extensa.

No todo alrededor del aire del buceo es una cuestión de precaución casi paranoica.

Así como debemos cuidar y medir, también podemos encontrar técnicas que nos ayuden a consumir menos aire: relajarnos, propulsarnos y flotar. Es una cuestión más técnica que genética.

Respirar correctamente (con pausas después de cada inhalación), movernos lo menos posible y lo más suavemente posible, controlar el aleteo, encontrar el equilibrio, son tan sólo algunas de las estrategias que los buzos más avanzados realizan para ahorrar aire en sus inmersiones.

En Ponte Buzo, además, colocamos gran empeño en el cuidado de todo el equipo para optimizar también el consumo de aire y garantizar la seguridad de todos los que confían en nosotros para sus  inmersiones.